lunes, 28 de noviembre de 2016

PAPANTLA VERACRUZ


Ubicado al norte del estado de Veracruz, cerca de la zona arqueológica de El Tajín, se ubica este Pueblo Mágico con aroma a vainilla. Papantla -que significa “la ciudad de los pájaros ruidosos”- es precisamente famosa por ser el origen del singular ritual de los hombres voladores que se realiza desde hace un milenio para invocar la fertilidad de la tierra, mismo que es considerado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Los campos de los alrededores son colinas de verdes intensos que dan lugar a paisajes excepcionales, entre los ríosCazones y Tecolutla. El trazo de las calles de este poblado de clima cálido es irregular, dejando tranquilos rincones rodeados por casas con techos de tejas. Una que otra mansión colonial perdura aún con sus portones, zaguanes y patios llamados asoleaderos, donde tradicionalmente la vainilla se ponía a secar al sol. Hoy Papantla recibe a sus visitantes haciendo gala de sus tradiciones de pasadototonaca, donde los atrevidos voladores y el dulce sabor a vainilla son los protagonistas.

Conoce más

El ritual de los Voladores de Papantla antiguamente iniciaba con ir a buscar el palo que debía medir 17 metros. Antes de cortarlo, los participantes ejecutaban una danza pidiendo perdón al rey del monte. En el zoclo donde se colocaría el palo se ponía una ofrenda de tabaco, aguardiente y una gallina negra. Actualmente sólo se lleva a cabo la parte del ritual donde los danzantes suben al palo y saltan, dando cada uno 13 vueltas al ritmo de la flauta que representa el canto de las aves y el tambor a la voz de Dios. (De acuerdo con los especialistas, este ritual evoca el descendente camino de los rayos del sol (el ave sagrada) hacia la tierra para fecundar con su poder y calor los campos del Totonacapan, por ello a los voladores también se les conoce como hombres-pájaro).

Lo típico

El principal cultivo en la zona es la vainilla, de la cual los lugareños no sólo elaboran dulces, sino figuras y artesanías derivadas de su vaina. En textiles es posible conseguir vestimentas típicas de los danzantes, quienes también son representados en figuras de barro y cerámica vidriada. Otros materiales usados son la palma para la fabricación de cestos, sandalias, abanicos y sombreros; de la madera, se elaboran flautas y tamborcillos que llevan carrizo y piel de ardilla. Todo esto lo puedes adquirir en el Mercado Hidalgo.Resultado de imagen para papantla veracruz

miércoles, 28 de septiembre de 2016

IXTLAHUACA


IXTLAHUACA

DenominaciónToponimia
Ixtlahuaca.
Ixtlahuaca, voz náhuatl que significa "€œLlanura, tierra llana despoblada de árboles"€.
Se encuentra escrita en diversas formas: Ixtlahuaca, Ixtlahuatl, Ixtlahuacan, Yslaguaca, Ystlaguaca, Yslavaca, etc.
El municipio lleva el nombre de Ixtlahuaca y su cabecera el de Ixtlahuaca de Rayón, por decreto número 45 de 14 de noviembre de 1816 del Congreso del Estado de México, por el cual se le dió el título de Villa de Ixtlahuaca de Rayón, en homenaje al héroe insurgente Francisco López Rayón que fue pasado por las armas en el costado sur del palacio municipal por las fuerzas realistas.



HISTORIA

En la época prehispánica Ixtlahuaca era uno de los clanes pertenecientes al señorío de Xocotitlán, del cual fue tributario, su nombre original mazahua es: J"€™APUI. Los mazahuas, se sabe que proceden del norte de la República Mexicana, del reino de Chicomoztoc. Los Anales de Cuautitlán nos hablan de una incursión sucedida en el año de 538 d.C., en esta venían cinco tribus, cuyos jefes, según Ixtlixóchitl, eran: Ehécatl, Coahuatzon, Mazacohuatl, Otzxiucóatl, Tlalpanhuitz.
Payón, escribe: "€œEntendemos que el tercero de ellos, que puede identificarse, era el jefe de los mazahuas. El mismo autor afirma que los mazahuas ocuparon este valle, al mismo tiempo que los matlatzincas hacían lo propio en el Valle de Toluca. Se asentaron en las faldas del Xocotepetl. El nombre náhuatl mazahua, se compone de mazatl: "€œvenado"€; huac: "€œposesivo"€, lo que significa "€œposeedores de venados o gente de venados"€.
Este nombre, según fray Bernardino de Sahagún, se atribuye a su caudillo Mazatecutli. El mismo nos dice: "€œLos mazacaques son diferentes de los otros tres, aunque están y viven en una comarca de Toluca y está poblado en el pueblo de Xocotitlán y su lenguaje es diferente... son dos mucho más apegados al trabajo de labrar sementeras... Hace en su tierra grandisimos fríos porque están poblados debajo de una sierra nevada a la cual llaman Xocotepetl..."€ En un principio eran nómadas muy poco gozaron de cierta libertad, ya que fueron dominados por los toltecas, los chichimecas y los aztecas.
El antiguo territorio mazahua, con breves diferencias, parece ser el mismo que actualmente ocupan. El rincón de este grupo se encuentra al noroeste del Estado de México. Son mazahuas los municipios de Ixtlahuaca, El Oro, Valle de Bravo, Villa Victoria, Almoloya de Juárez, San Felipe del Progreso, Atlacomulco, Jocotitlán, Villa de Allende, Donato Guerra (San José y la Asunción Malacatepec), Ixtapan de El Oro, dentro de algunos de estos municipios se encuentran grupos otomíes, matlatzincas y mexicanos. También al oriente, en Michoacán, se encuentran mezclados con los tarascos; hay mazahuas en Ciudad Hidalgo (Taximaroo), Tuzantlan, Irimbo, Ucareo, Maravatío, Angangueo, Ocampo y Tlapujahua, Susupuato y Zitacuaro. Con el contacto con los grupos dominadores pasaron a ser sedentarios, imponiéndoles sus deidades y costumbres. Gobernaba Moctezuma II estas tierras cuando hicieron su aparición los españoles en las costas de Veracruz, en el año de 1519.
Hernán Cortés conquista el territorio mexica, después de la caída de la gran Tenochtitlán, el 13 de agosto de 1521, siguió la conquista de pequeños y grandes reinos indígenas del sur, occidente norte de México, consolidando el poder de la Corona española sobre los territorios dominados. Los mazahuas, los matlatzincas y los otomíes fueron sometidos a la corona española en el mismo año de 1521, por el ejército español al mando de Gonzalo de Sandoval, sin poner resistencia. Se repartieron y titularon tierras a los soldados en esta zona, por decisión de los conquistadores, como recompensa por sus servicios prestados durante la conquista, rectificadas por ordenanzas y sujetas a la real cédula de 1520.
Posteriormente, recibieron mercedes de tierras varios españoles, entre ellos hubo algunos hombres importantes como don Alfonso de Villaseca, Juan de Cuevas, Juan de Burgos, Antón de Carmona, Pedro del Golfo, Antonio de Avalos y los Varas y Valdés. Ixtlahuaca es dada en Encomienda por Hernán Cortés a Juan de la Torre hasta 1535. Los españoles dan a Ixtlahuaca la categoría de cabecera de la vasta zona mazahua, designan a Metepec como corregimiento y a Ixtlahuaca como Alcaldía Mayor del mismo, teniendo como sujetos a Temoaya, Jiquipilco, Jocotitlán, Atlacomulco y Temascalcingo. Ixtlahuaca era el paso obligado hacia Michoacán, Jalisco y Colima, por él pasaron los españoles en varias ocasiones. El cura de Ixtlahuaca, Juan de Venegas, en 1569 formula el primer censo remitido al Arzobispado de México, de la cabecera, barrios y estancias. En el año de 1693 se forman las congregaciones y se fundan los pueblos, ya antes en 1552 el virrey Luis de Velasco le había dado la categoría de pueblo, con el nombre propio de Ixtlahuaca, haciendo entrega de este nuevo pueblo a sus fundadores.
Parte muy importante de la colonización española fue la evangelización, es posible que los frailes que acompañaban a los españoles en sus conquistas, al pasar por Ixtlahuaca comenzaran su labor apostólica, antes de que se construyeran los monasterios franciscanos en Metepec, Toluca y Jilotepec. En 1545, al erigirse al Arzobispado de México, Ixtlahuaca quedó como curato de primera clase, dependiendo de la parroquia de Tlalchichilpan, el curato no se construyó en el J"€™apui original, sino 4 kilómetros al poniente (en donde se encuentra actualmente), con el propósito de hacer más corto el camino trazado, iniciándose la construcción de casas alrededor del cuarto, el cual seguramente al bendecirse el 17 de septiembre de 1552, el virrey Luis de Velasco le da la categoría de pueblo, como se cita; respecto a la fundación de este pueblo colonial, los datos se encuentran en el documento Geografía y Estadística del Estado de México, editada en 1889.
En enero de 1711 se hace cargo de la parroquia el Bachiller Andrés de Salvatierra, a partir de ese año inició la construcción de la actual parroquia, la sacristía y la casa cural, terminando las obras en 1735 con su propio pecunio. El territorio de Ixtlahuaca, tanto civil como eclesiástico, era muy extenso en ese tiempo, al correr de los años se fue reduciendo, segregándole una parte para la formación del arzobispado y estado de Michoacán, otro para los municipios de San Felipe del Obraje, Atlacomulco, Temascalcingo y El Oro.
Una de las fechas más notable y recordadas de la lucha independiente, es para los habitantes de Ixtlahuaca, la del paso de don Miguel Hidalgo y Costilla con su ejército insurgente el 27 de octubre de 1810, cuando marchaba hacia el Monte de las Cruces, hospedándose en este lugar. Un suceso desagradable para él, fue el que el cura de Jocotitlán, José Ignacio Muñiz, le hiciera entrega de los edictos de ex-comunión en esta población.
Durante la época independiente, el 1º de diciembre de 1815, don Francisco López Rayón es hecho prisionero por el teniente realista Tomás Suaro, en un camino del Real de El Oro y es trasladado a Ixtlahuaca por el jefe realista Matías Aguirre. Duró su cuativerio cincuenta días y el 20 de enero de 1816 fue pasado por las armas en la esquina sur del actual palacio municipal. Como homenaje a este héroe El H. Congreso del Estado de México, por decreto número 45 de noviembre de 1861, dio a Ixtlahuaca el título de Villa de Ixtlahuaca de Rayón.
Por decreto del 16 de mayo de 1820, se dio cumplimiento, en el partido de Ixtlahuaca, a la publicación y juramento de la Constitución de Cádiz de 1812, así como la elección e integración del ayuntamiento. Se localizó en el Archivo Histórico Municipal de Jocotitlán la documentación correspondiente. El 9 de febrero de 1825, el H. Congreso Constituyente del Estado, por decreto 36, fijó las bases para su organización, autorizando a los Prefectos el establecimiento de ayuntamientos.
Según la relación formulada, por disposiciones contenidas en el decreto de 16 de diciembre de 1825, incluida en la memoria que el gobernador Melchor Muzquiz rinde al Congreso, el 15 de febrero de 1826, aparece en la Prefectura de Toluca la cabecera de Partido de Ixtlahuaca, con los municipios que le pertenecen y sus respectivos ayuntamientos: Atlacomulco, Ixtlahuaca, Xocotitlán, Xiquipilco, San Felipe del Obraje, Temascalcingo y Temoaya. De acuerdo a la Constitución del Estado, el 1º de enero de 1826, debe considerarse la erección de estos municipios y de su ayuntamiento.
La división entre liberales y conservadores dejó un desagradable suceso en Ixtlahuaca. Encontrándose cerca de San Felipe del Obraje el brigadier liberal de la división de Michoacán, Miguel García Pueblita, le notificaron que en Ixtlahuaca se encontraba guarnecida una fuerza de conservadores. Se dirigió allá de inmediato, llegando el 18 de septiembre de 1858 a las diez de la mañana; a partir de ese momento se entabló el combate, que término a las 13:30 horas, en el cual el brigadier pueblita ganó la plaza. Se retiró después a la hacienda de Tepetitlán desde donde rindió su parte.
Durante la guerra de Reforma con frecuencia merodeaban el valle de Toluca e Ixtlahuaca las fuerzas al mando de Miramón, Marquez y González Ortega. Es justo rescatar del anonimato la participación de valientes Ixtlahuaquenses que integraron la División del Estado de México en el episodio del 5 de mayo de 1862 de la Batalla de Puebla. Durante el efímero imperio de Maximiliano, éste hizo un recorrido por el Departamento de México al regresar del Bajío, pasado por Ixtlahuaca rumbo a la Ciudad de Toluca.
Durante el Porfiriato hubo descontento en el pueblo por la nefasta actuación de los jefes políticos y el abuso de los hacendados con la clase indígena, teniéndolos como encasillados o gañanes, ya cansados de la esclavitud, la explotación y el endeudamiento con las tiendas de raya.
La opresión de la clase menesterosa tuvo como consecuencia el inicio de la Revolución, que tuvo sus repercusiones en este lugar. En algunas ocasiones merodeaban esta jurisdicción fuerzas zapatistas, villistas y carrancistas.
En Ixtlahuaca repercutía el efecto de la inestabilidad política de los grupos revolucionarios, hasta el cambio definitivo que se dio con la aprobación y publicación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917. Aprobada esta Constitución hubo elecciones en el Estado de México, resultando electo el general Agustín Millán como Gobernador, quien se encargó de reunir al Congreso Constituyente local, en el cual representaba al Distrito de Ixtlahuaca como Diputado el señor Miguel Flores Mancilla.
Después de las convulsiones revolucionarias los habitantes de Ixtlahuaca vivieron en paz incorporándose a sus actividades agrícolas y comerciales. Las haciendas y los ranchos se encontraban en apogeo, se notaba mucha actividad y movimiento, las diligencias fueron sustituidas por el uso del ferrocarril que dio mucha vida y facilidades para el transporte de los productos agrícolas, ganaderos y forestales a los distintos marcados. Con el apoyo de la Revolución Mexicana se logró el reparto de tierra que dio origen a los ejidos.
Hubo hasta fines de la década de los cuarenta cierta inestabilidad en la región en que proliferó el abigeato y desorden en las comunidades, después los vecinos tuvieron una vida de tranquilidad, orden, confianza y trabajo. Factores importantes en la economía de Ixtlahuaca y sus comunidades han sido la producción agrícola, forestal y el comercio, el auge de este último ha sido notorio, considerándose como la principal actividad que influyó sobremanera en el crecimiento del tianguis de los días lunes.
La actual situación progresista cultural, social, política, económica, comercial, agrícola y deportiva de Ixtlahuaca, se debe al empeño y esfuerzo de sus autoridades y a la participación directa y continua de los habitantes de los poblados, que juntos, con recursos propios han resuelto sus necesidades y servicios más urgentes, para tener mejores condiciones de vida. Los edificios de la presidencia municipal, de las oficinas judiciales y administrativas, casa de cultura, centro universitario, hospital, cárcel, normal, secundarias, primarias, pre-escolares y rastro, son modernos de muy buena construcción amplios y funcionales. Se cuenta también con un mercado municipal y una terminal de autobuses.

martes, 27 de septiembre de 2016

SANTA CRUZ TEPEXPAN


POBLADO 
El poblado Santa Cruz Tepexpan se localiza en el municipio de 
Jiquipilco. El clima 
predominante es templado subhúmedo con lluvias en verano, presenta una temperatura media de 18°C. Su código postal es 50830 y su clave lada es 712. 
Algunos de los atractivos del municipio de Jiquipilco son El santuario de San Cruz Tepexpán en donde se efectúan romerías los días 3 de mayo y 15 de octubre.

 El 3 de mayo y la fiesta del Señor del Cerrito.

Los pueblos indígenas ubicados históricamente en el territorio del actual Estado de México han estado vinculados por complejos procesos históricos, lo que explican cómo los pueblos otomianos  (otomies, mazahuas, matlatzincas y tlahuicas) han llegado a compartir diversas prácticas culturales. Actualmente una de las expresiones más vigorosas es el culto a los cerros.

Históricamente, los indígenas de esta región han otorgado a los cerros un lugar central en muchos aspectos de su vida, tanto que desde tiempos antiguos han ubicado lugares de culto en su cumbre (el santuario del Señor del Cerrito (Jiquipilco); el Cerro la Campana, el cerro de Santa Cruz Ayotusco (Huixquilucan); Santa Ana Nichi y Santa Ana —”El Divino rostro”— (Ixtlahuaca), Chalma y Chalmita; la Capilla (Jiquipilco) y el santuario del Señor Santiago (Temoaya); el santuario del Señor del Llanito en Tlalpujahua (Michoacán), Valle de Bravo, Los Remedios (Naucalpan) y la tradicional Villa de Guadalupe).

Para los ñähñus (otomíes), estos lugares sagrados son “los dadores”, los que proporcionan las lluvias, la energía y el sustento, razón por la que se les relaciona con la fertilidad agrícola, la salud y el bienestar en general. Dentro de la cosmovisión de los ñähñus, existen numerosos relatos donde se concibe a los cerros y los grandes peñascos como sitios repletos de riqueza; en estas narraciones se afirma que se abren el 1 o el 3 de mayo, y que quien penetra en ellos pierde la noción del tiempo.

 Sobre Cerrito Tepexpan (Jiquipilco), la gente dice que “los antepasados” contaban que el 2 de mayo, cuando se abría, podía verse un mundo lleno de riquezas, y que quien entraba y no salía a tiempo se quedaba encerrado durante muchos años.  Es esta capacidad creadora de los santuarios y de las divinidades que habitan en ellos la que afecta o favorece a los productos de la tierra, y a la lluvia, cuya petición hacen los peregrinos en determinadas fechas.



El cerro de Tepexpan y  el Señor del Cerrito.


El Cerro de Santa Cruz Tepexpan, en cuya cima se encuentra el Santuario del Señor del Cerrito; se localiza en el Valle de Ixtlahuaca, prolongación del Valle de Toluca, entre los límites de los municipios de Jiquipilco (municipio al cual pertenece) y el de Ixtlahuaca, en el Estado de México. Este cerro está en la zona de frontera de dos etnias: la de los mazahuas de Ixtlahuaca y la de los otomíes de Jiquipilco.

Es el Santuario más visitado, después del Santuario del Señor de Chalma, en la región del Valle de Toluca.

Este cerrito es un lugar tradicional de culto ñähñu; que albergó, desde época prehispánica, un culto a una pareja de deidades del agua y de la fertilidad (muy probablemente el culto era al Padre y Madre viejos o alguna de sus advocaciones). Con la conquista y la posterior evangelización, el culto fue cambiado por un cristo llamado por los misioneros “El Señor de la Exaltación”; nombre muy poco conocido por los campesinos de la zona, los cuales, generalmente lo conocen como, “El Señor del Cerrito” o bien como “El Señor de las Aguas”.

El culto a la deidad femenina fue cambiado por el de Santa Teresa de Jesús, cuya festividad se realiza el 15 de octubre; la cual resulta ser secundaria en relación con la del 3 mayo; en honor al cristo.

Altar del Señor del Cerrito.

Manzana Cuarta de Santa Cruz Tepexpan - México

Localización de Manzana Cuarta de Santa Cruz Tepexpan

Manzana Cuarta de Santa Cruz Tepexpan se localiza en el Municipio Jiquipilco del Estado deMéxico México y se encuentra en las coordenadas GPS:
Longitud (dec): -99.720556
Latitud (dec): 19.567222
La localidad se encuentra a una mediana altura de 2650 metros sobre el nivel del mar.

Población en Manzana Cuarta de Santa Cruz Tepexpan 

La población total de Manzana Cuarta de Santa Cruz Tepexpan es de 3722 personas, de cuales 1777 son masculinos y 1945 femeninas.

Edades de los ciudadanos

Los ciudadanos se dividen en 1734 menores de edad y 1988 adultos, de cuales 195 tienen más de 60 años.

Habitantes indígenas en Manzana Cuarta de Santa Cruz Tepexpan

256 personas en Manzana Cuarta de Santa Cruz Tepexpan viven en hogares indígenas. Un idioma indígeno hablan de los habitantes de más de 5 años de edad 92 personas. El número de los que solo hablan un idioma indígena pero no hablan mexicano es 0, los de cuales hablan también mexicano es 71.

martes, 13 de septiembre de 2016

MAZAHUA




CULTURA 
Los mazahuas ( mazaguas) son un pueblo indígena de México, que habitan principalmente la parte noroeste del Estado de México y pequeñas partes de Michoacán y Querétaro. La mayor concentración de Mazahuas se encuentra en los municipios de San Felipe del Progreso y San José del Rincón del Estado de México. También hay una importante presencia en el Distrito Federal, Toluca y la zona de Guadalajara debido a la migración reciente. Según el censo de 2010 en México, hay 116.240 hablantes de la lengua en el Estado de México, que representan el 53% del total de hablantes de lenguas indígenas en el estado.
Vestimenta 

Las faldas se sujetan con una faja tejida, cuyos diseños son de gran importancia cultural. La banda es uno de los elementos más importantes, que se llevan alrededor de la cintura, que es considerado como el centro energético relacionado con el cosmos y la Madre Tierra. Estas fajas son tejidas con diseños variados destinados a transmitir ideas, historias, sentimientos y experiencias. Por ejemplo, una abundancia de aves en general, indica la belleza, la libertad y la gracia. Sin embargo, si un pájaro es retratado con una espina en su pierna, puede significar algún tipo de dolor físico o espiritual. Otro símbolo importante es una estrella estilizada, al guardián de la noche que trae mensajes y es un protector de la salud.
Lenguaje de los Mazahuas

El mazahua se llaman asimismo Tetjo NAA Jñatjo que a grandes rasgos significa "los que hablan su propio idioma." La palabra Mazahua probablemente proviene del náhuatl que significa "ciervo de pie", en referencia a los que dan seguimiento de los ciervos para cazar. Sin embargo, la caza de ciervos ha muerto desde hace mucho tiempo como una tradición con la pérdida de hábitat de los ciervos. Otra interpretación del nombre viene del nombre del primer jefe del pueblo llamado Mazatlí-Tecutli.

lunes, 12 de septiembre de 2016

PUREPECHAS

PUREPECHAS

Los purépechas (llamados tradicionalmente como tarascos) son un pueblo indígena que habito la región noroeste del estado mexicano de Michoacán, principalmente en el área de las ciudades de Uruapan y Pátzcuaro. Hay un debate en curso sobre qué término debe ser considerada como el correcto (purépechas o tarascos).  

HISTORIA 
La cultura Purépecha fue una civilizacion precolombina que habitó la región de Mesoamérica. Su ciudad capital fue la ciudad de Tzintzuntzan (significa "lugar de los colibríes"). La arquitectura purépecha se caracterizo por pirámides escalonadas en forma de la letra "T". Los artesanos purepechas crearon mosaicos haciendo uso extensivo de plumas de colibrí, que era un lujo y otorgaba gran prestigio en toda la región. El pueblo purépecha nunca fue conquistado por el Imperio Azteca, a pesar de varios intentos por los mexicas para lograrlo, incluyendo una feroz guerra en el año 1479 d.c. Esto se debe probablemente al hecho del conocimiento Purépecha sobre el trabajo sobre metal.


RELIGION
La religión tarasca o Purépecha fue politesitta y estuvo centrada alrededor de un universo de tres partes: cielo, la tierra y el inframundo. Honrado por encima de otras deidades fueron tres dioses supremos. El más importante fue Curicaveri, Dios de la guerra y del sol. Ofrendas al Dios Sol incluyen autosacrificio. El Dominio de Curicaveri fue el cielo; se asoció con águilas, halcones y gavilanes. Esposa del Dios Sol, Cuerauáperi era una diosa de creador, la deidad de la tierra de madre que controlaban la vida y la lluvia, la muerte y la sequía.